En concreto, la disposición autoriza para este tipo de pesca únicamente la utilización de nasas, definidas en el texto normativo como artes fijos de fondo que están construidos en forma de cestos o jaulas, compuestos por un armazón rígido o semirrígido recubierto por una red y provistas de una o más aberturas o bocas de extremos lisos que permiten la entrada de las distintas especies al interior del habitáculo que forma el arte.

En cuanto al régimen de calado, se prohíbe el marisqueo a flote en el interior de rías y bahías cuyas aguas quedan delimitadas por las líneas de referencia descritas en la Orden, así como en puntos específicos como el litoral de la punta de Sonabia, la Isla de Mouro y la Península de La Magdalena dentro de los límites descritos en la Orden de la Consejería de Ganadería, Agricultura y Pesca de 6 de agosto de 1986.

Además, también se definen las características técnicas que deben tener las nasas, así como los procesos de balizamiento, los periodos de veda y las tallas mínimas, los puntos de desembarque y pesaje y los procedimientos de seguimiento y control que los armadores o patrones de las embarcaciones han de seguir.

PESCA ACTUALIZA LA CLASIFICACIÓN DE LAS ZONAS DE RECOGIDA DE OSTRA EN LA BAHÍA DE SANTOÑA

Por otro lado, la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación ha publicado hoy en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) una orden que modifica la normativa por la cual se declaran y clasifican las zonas de producción de moluscos y otros invertebrados marinos en el litoral de la Comunidad Autónoma en relación con la calidad de sus aguas.

En concreto, el nuevo texto introduce una nueva clasificación específica para las especies de ostra Ostrea edulis, Crassostrea gigas y Crassostrea angulata en las zonas de recogida de moluscos bivalvos comprendidas en la Bahía de Santoña.

Esta actualización responde a los resultados obtenidos tras los análisis realizados en el marco del Plan de Vigilancia de las Zonas de Producción de Moluscos Bivalvos, que reflejan diferencias significativas entre los niveles de la bacteria Escherichia coli detectados en las especies de ostras y los que hasta ahora eran tenidos en cuenta como indicadores en Santoña.