– Localización
Calle Puerta, 0
39750 Colindres
Cantabria, España
EL PUERTO PESQUERO DE COLINDRES
El puerto pesquero de Colindres cuya gestión corresponde a la Cofradía de pescadores de San Ginés se sitúa geográficamente en la desembocadura del río Asón en el municipio de Colindres
Coordenadas:
- Latitud 43º 23’ 70’N
- Longitud 3º 27´80’ W
Medidas del puerto:
- Superficie del puerto: 122.780 m2
- Dársenas: 55.474,27 m2
- Longitud operativa de muelles: 456 m
- Superficie de lonja y cofradía: 2.265 m
- Fábrica de hielo (capacidad de almacenamiento): 300 t.
- Carros de varada: 2 (de 300 y 400 t.)
- Grúa: 1 (de 10 t.)
- Básculas fijas: 1 (6 t.)
- Almacenes: 34
Datos pesqueros:
- Embarcaciones: 13 (febrero 2023)
- Total de capturas (2023): 689.654,03 Kg.
Fuente: Grupo de Acción Costera Oriental de Cantabria. Cofradía de pescadores San Ginés de Colindres
LA ACTIVIDAD PESQUERA DEL PUERTO DE COLINDRES
Tipo de pesca:
- Artesanal
- Altura y Bajura
Modalidades de pesca:
- Cerqueros
- Arrastreros
- Palangreros
- Redes de enmalle
- Artes menores
Caladeros:
Mar Cantábrico
Parada de actividad: Por lo general de diciembre a febrero
Especies más representativas en kilos año 2023:
- Anchoa: 647.276 kg
- Bonito: 393.643,70 kg
- Caballa/verdel: 440.798,90 kg
- Chicharro: 7.010,10 kg
- Merluza: 0
- Rape: 0
- Sardina: 33.128,70 kg.
Especies más representativas en ingresos económicos (euros) año 2023:
- Anchoa: 1.109.432,39 €
- Bonito: 1.185.673,99 €
- Caballa o verdel: 433.324,31 €
- Chicharro: 4.882,17 €
- Merluza: 0
- Rape: 0
- Sardina: 19.691,65 €
Fuente: Grupo de Acción Costera Oriental de Cantabria. Cofradía de pescadores San Ginés de Colindres
EL GREMIO DE PESCADORES DE COLINDRES ESTABLECIDO EN ÉPOCA MODERNA
La cofradía de pescadores de Colindres fue el último de los cabildos de mareantes que se establecieron en las costas del Corregimiento de las Cuatro Villas de la Costa en el Antiguo Régimen. En la Edad Media se habían constituido las cofradías de San Vicente de la Barquera, Santander, Laredo y Castro Urdiales y ya en Época Moderna, aunque con anterioridad a la fundación del gremio colindrés, se institucionalizaron las cofradías de Comillas y Suances.
Como consecuencia de su tardío establecimiento en siglo XVIII, la cofradía de Colindres constituye un caso excepcional en el contexto del gremialismo marítimo. Su fundación tuvo lugar en un momento en el que tanto en España como en el resto de Europa se adoptaban las primeras medidas contra el fenómeno gremial una vez que amplios sectores de la sociedad reclamaban la eliminación de todas las organizaciones que, como sucedía con los gremios y las cofradías, eran vistas como un obstáculo para la liberalización de la economía.
Tras la concesión por parte de Alfonso VIII de sus respectivos fueros municipales a Castro Urdiales (1163), Santander (1189), Laredo (1200) y San Vicente de la Barquera (1210) estas cuatro villas se repartieron la jurisdicción del litoral del espacio que con el tiempo llegó a ser el Corregimiento de las Cuatro Villas de la Costa dificultando a los vecinos de las demás poblaciones costeras, como era el caso de Comillas, Suances y Colindres, la actividad pesquera, así como la carga y descarga de mercancías en sus propios enclaves portuarios salvo que mediara la oportuna autorización de las villas principales.
Por esta razón, el monopolio jurisdiccional marítimo ejercido por la villa de Laredo en su entorno más próximo fue durante varios siglos un serio obstáculo para el desarrollo de la pesca y del comercio de cabotaje en Colindres y para que sus mareantes y pescadores pudieran organizarse en una cofradía siguiendo el modelo de las que existían en otros puntos de la costa cantábrica.
Pero el retraso en la constitución del gremio de pescadores de Colindres, y a diferencia de lo que sucedió en Comillas y Suances, también debe vincularse con que una parte muy importante de los vecinos de Colindres que podrían haberse dedicado a la pesca se ocuparon desde las primeras décadas del siglo XVII en la construcción de galeones para la Armada real en los astilleros de Colindres, motivo por el cual el número de pescadores en la población fue menor que en otros lugares.
Finalmente, en el siglo XVIII, se fundó la cofradía de pescadores de Colindres, bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen, después de que se consolidara la actividad pesquera de la población colindresa y aumentara el número de vecinos dedicados a la pesca a partir del debilitamiento del ejercicio de la jurisdicción marítima por parte de Laredo, del cese de la construcción naval en Colindres desde finales del siglo XVII y del aumento de las dificultades físicas del puerto de Laredo por su progresivo aterramiento.
La escasa documentación conservada del gremio de pescadores de Colindres, unido a que la hermandad debió organizarse tácitamente, sin un acto formal de constitución, hace muy difícil poder determinar la fecha de su establecimiento. Por esta razón los historiadores suelen tomar como referencia de la existencia segura de la cofradía la fecha de 1783, el año en que se aprobaron sus ordenanzas.
EL GOBIERNO DEL GREMIO DE PESCADORES DE COLINDRES ESTABLECIDO EN ÉPOCA MODERNA
El gobierno del gremio de pescadores de Colindres se realizó sobre la base de un entramado que con pequeñas variaciones se reproduce en la mayor parte de los cabildos de mareantes del Cantábrico establecidos en Época Medieval y Moderna. Un esquema en el que la estructura de los gobiernos locales ejerció una clara influencia, sirviendo de modelo a los mareantes y pescadores a la hora de configurar su particular régimen de gobierno, de ahí las importantes similitudes que existen entre el modo en que se gobernaban los concejos castellanos y las cofradías de mareantes del Cantábrico.
Las hermandades marítimas contaban con una cabeza visible que representaba a la corporación y que dependiendo de los casos recibía el nombre de procurador o mayordomo; una asamblea mayor que comprendía al conjunto de los cofrades y que se conocía como cabildo o ayuntamiento general; otra asamblea menor, el ayuntamiento, compuesta por un número reducido de cofrades; y diversos oficiales como eran, entre otros, los mayordomos, contadores, talayeros, linterneros, veedores, secretarios, diputados o regidores y vendedores de pescado.
De la documentación conservada, no parece que la cofradía de Colindres llegara a recibir de la Monarquía el privilegio de contar con una jurisdicción propia que, residenciada en los alcaldes de mar, se encargara de la resolución de los pleitos suscitados entre sus cofrades a diferencia de lo que sucedió en otros gremios como es el caso de los de Laredo y Castro Urdiales. En el siglo XVIII la Monarquía no veía ya con agrado la existencia de las jurisdicciones privilegiadas y por esta razón los pescadores de Colindres no pudieron beneficiarse del privilegio de contar con una jurisdicción marítima gremial. De ahí que los conflictos surgidos entre sus miembros debieran resolverse por la jurisdicción ordinaria.
El cabildo o ayuntamiento general se reunía de manera fija una vez al año, coincidiendo normalmente con la festividad del patrono de la cofradía o a principios de cada nuevo año, con el fin proceder a la elección de los oficiales más importantes de la hermandad, en quienes recaía el gobierno del gremio. Sin perjuicio de que pudiera convocarse de manera extraordinaria siempre que la gravedad de los asuntos a tratar aconsejara la intervención del conjunto de los cofrades o, al menos, de su mayor parte.
La asamblea menor, formada por un reducido grupo de cofrades, se encargaba del gobierno cotidiano de la corporación, resolviendo de modo ágil las cuestiones que no exigían la participación de la totalidad o de una parte significativa de los cofrades. Entre los asuntos en los que esta junta era competente se encontraba el nombramiento de los oficiales menores de la cofradía como eran los talayeros, linterneros y vendedores de pescado; la llevanza de los libros del gremio; la conservación del arca del archivo, en la que se custodiaban los privilegios, ejecutorias, sentencias y demás documentos de la cofradía; el reparto entre las embarcaciones de las soldadas de los cofrades ancianos e impedidos; la fijación del día en que procedía iniciar la actividad pesquera; la imposición de penas por el incumplimiento de las obligaciones que pesaban sobre los cofrades como era, entre otras, la de obedecer las señales de los talayeros y del linternero.
LAS FUNCIONES DEL GREMIO DE PESCADORES DE COLINDRES ESTABLECIDO EN ÉPOCA MODERNA
La compleja naturaleza profesional y benéfico-religiosa de que disfrutaban las cofradías de mareantes del Cantábrico determinó durante siglos la variedad de funciones que cumplían cotidianamente.
La ordenación de la profesión mareante constituía la tarea más importante, siendo los cofrades de cada una de las instituciones quienes determinaban las condiciones en que debía realizarse la pesca del besugo, la sardina, el congrio y el mero, entre otras especies, pero sin que ello supusiera desatender otras manifestaciones económicas marítimas como era el transporte de cabotaje.
Las cofradías reglamentaban a través de las ordenanzas gremiales y de los acuerdos adoptados por sus órganos de gobierno todo lo relacionado con las artes de pesca con el fin de evitar que los cofrades utilizaran las artes que ponían en riesgo la riqueza piscícola de la zona; con las fechas de inicio y conclusión de algunas costeras, prohibiendo la captura de ciertas especies fuera del período establecido al efecto; con la seguridad de los pescadores procurando el ordenado y seguro desarrollo de la actividad pesquera; con el respeto del precepto eclesiástico del descanso dominical, impidiendo la salida del muelle los días de fiesta de guardar y obligando a regresar a puerto las vísperas de los festivos; y con la venta del pescado capturado por los cofrades.
La asistencia social a los cofrades necesitados era otra de las funciones más representativas de cuantas desarrollaban los gremios de pescadores. La imposibilidad de salir al mar por padecer alguna enfermedad o por tener una edad avanzada originaba situaciones de pobreza en algunos cofrades que los gremios de mareantes procuraban cubrir a través del abono de los subsidios que repartían entre los necesitados. Una ayuda que también se entregaba a las viudas y a los hijos de los cofrades fallecidos.
El auxilio social se completaba con la asistencia médica y farmacéutica que las cofradías ponían a disposición de sus miembros y con los anticipos o socorros que se repartían entre los pescadores cuando el estado del mar y/o la escasez de pescado provocaba una disminución de las capturas.
También eran importantes las actividades piadosas desarrolladas por los gremios de pescadores como consecuencia del profundo sentimiento religioso presente en todas las cofradías desde el mismo momento de su constitución bajo la advocación y tutela de algún santo como era la Virgen de Nuestra Señora del Carmen en el caso del gremio de Colindres. Entre las actividades cabe destacar la prestación de ayudas para el mantenimiento de templos y ermitas y la celebración de funciones religiosas coincidiendo con las fiestas gremiales o con el fallecimiento de algún cofrade.
LA SOCIEDAD UNIÓN MARINERA DE COLINDRES FUNDADA EN 1900
Tras la supresión del gremio de pescadores de Colindres en 1864, sus pescadores tardaron algunos años en reorganizarse y constituir una nueva sociedad acomodándose a la normativa en vigor, de modo que la fundación de la Sociedad Unión Marinera de Colindres se retrasó hasta enero de 1900.
La primera etapa de la andadura de la nueva institución apenas duró unos años porque la Sociedad se transformó en diciembre de 1925 en el Pósito de Pescadores Unión Marinera de Colindres después de que su presidente expusiera al resto de socios las ventajas que podrían obtener con su conversión en un pósito. La transformación permitiría a la institución disfrutar de las subvenciones que el Ministerio de Marina concedía a través de la Caja Central de Crédito Marítimo; solicitar a esta misma entidad préstamos al 3% anual a devolver en cinco años prorrogables; y beneficiarse de distintas exenciones tributarias. Unos recursos que la cofradía podía emplear para mejorar las enseñanzas generales y profesionales de los asociados, construir y habilitar la casa del pescador, ayudar en los auxilios en metálico que la asociación prestaba a los enfermos, a los ancianos y a las viudas e hijos de los fallecidos y facilitar asistencia médica y farmacéutica a los pescadores y sus familias.
El nuevo pósito, ajeno a toda idea política o de lucro, se constituyó teniendo como objetivos: “a) Organizar convenientemente la venta de la pesca de sus asociados. b) Establecer entre ellos los distintos seguros sociales y principalmente los siguientes. 1º Socorrer á los enfermos, inválidos y ancianos que hubiesen terminado el tiempo de su empeño con la cantidad semanal de… 2º Suministrar medicina y asistencia médica á los asociados. 3º Socorrer en metálico á los asociados en las necesidades que provengan de la falta de ganancia en la pesca. c) Aumentar su cultura general y profesional. d) Organizar convenientemente la exportación y manipulación de los productos de pesca. e) Facilitar la compra de todos los efectos y artículos necesarios para su vida profesional y privada en condiciones garantizadas de precio y calidad, mediante el establecimiento de cooperativas de consumo. f) Procurar a los asociados con muy módico interés las cantidades que precisen para el ejercicio de su industria. d) Adquirir cuando la Junta General lo considere conveniente embarcaciones y artes para el ejercicio de la industria pesquera de los beneficios que produce el funcionamiento” (Libro de actas de la cofradía. Del 25 de diciembre de 1923 a 17 de junio de 1936, fol. 30r.)
El Pósito de Pescadores Unión Marinera de Colindres, de igual modo que las demás asociaciones pesqueras, sufrió un cambio sustancial una vez que el gobierno de la Nación decidió la incorporación de estas asociaciones al organigrama sindical considerándolas corporaciones de Derecho Público. De modo que en virtud del nuevo marco legal, el Pósito de Pescadores Unión Marinera de Colindres pasó a ser, a finales de 1944, la Cofradía de Pescadores de San Ginés de Colindres integrada en el Sindicato Nacional de la Pesca (Libro de actas de la cofradía. Del 25 de junio de 1936 a 13 de marzo de 1963, fols. 22r.-22v.).
A partir de 1978 la Cofradía de pescadores de San Ginés de Colindres, como todas las demás cofradías marítimas, quedó bajo el amparo del artículo 52 de la Constitución, garantizándose así su continuidad para el futuro.